Por: Maximiliano Figueroa / Fotos: Marco Lara
El jueves 31 de octubre, Rancagua fue el escenario de la final por el título de la Segunda División del fútbol chileno, donde el ganador ascendería a la Primera B.
Desde tempranas horas, los apasionados hinchas penquistas comenzaron a llenar Rancagua de color lila, ansiosos por el esperado partido programado para las 16:30 horas.
Aunque el fútbol debería ser una celebración familiar, en tiempos recientes ha habido poco de esto. Sin embargo, a pesar de la multitud de miembros de la hinchada de Deportes Concepción, no se registraron incidentes en las cercanías del estadio. Incluso, algunos seguidores de Deportes Melipilla asistieron como espectadores neutrales al encuentro en El Teniente.
Las imágenes revelan la realidad: el equipo local era sin duda Deportes Concepción. Un total de 11.118 personas se congregaron en el recinto, donde la hinchada lila ocupó toda la Tribuna Andes, la Galería Norte, y gran parte de la Marquesina. De igual manera, algunos hinchas de Deportes Melipilla, aunque eran menos en comparación, también se dieron cita en Rancagua para animar a su equipo en busca del ascenso a la segunda categoría del fútbol chileno.
La Final
En este esperado duelo, Deportes Melipilla y Deportes Concepción, empatados en puntos en la tabla, se enfrentaron para decidir quién conseguiría el ascenso. El equipo del Biobío dominó gran parte del juego, buscando el gol de forma insistente, incluyendo un tanto anulado en el minuto 44 por una posición de adelanto. A pesar de la expulsión de Valentín Demateis en el minuto 65, Melipilla mostró una admirable resistencia, manteniendo su arco en cero con solo diez jugadores en cancha.
Los “Potro Solitario” también tuvieron oportunidades al inicio del segundo tiempo. En el minuto 54, un tiro que impactó el travesaño dejó en silencio a los hinchas de Concepción. Sin embargo, el marcador se mantuvo intacto, llevando el partido a la tanda de penales.
Durante la serie de penales, Melipilla convirtió sus cuatro intentos, mientras que en Deportes Concepción, Sebastián Silva y Brayan Valdivia erraron sus lanzamientos. El arquero Darío Melo detuvo el tiro de Silva, y Valdivia envió el balón por encima del arco. Con esto, Deportes Melipilla celebró su ascenso a la Primera B, donde competirá la próxima temporada.
El fútbol es hermoso pero ingrato
Para quienes entienden el fútbol, está claro que cuando los murmullos comienzan a reemplazar los cánticos en las gradas, es señal de nerviosismo entre los hinchas. De esta manera, el ambiente en los últimos 10 minutos del partido estuvo marcado por un tenso murmullo lila en El Teniente, mientras que los seguidores de Melipilla se mantenían firmes, apoyando a su equipo hasta el último penal de Deportes Concepción. La falla de Brayan Valdivia dejó mudo el estadio de Rancagua.
Las lágrimas y el llanto de los hinchas de Concepción fueron evidentes. Eran la mayoría, y su equipo había demostrado que podía lograr la hazaña tras una gran temporada en la Segunda División. Mientras que en tres de los cuatro sectores de El Teniente reinaba la tristeza, en la Galería Rengo la felicidad y los cánticos celebraban el regreso de Melipilla a la Primera B tras dos años de ausencia, donde sus hinchas festejaron el título junto a los jugadores y el cuerpo técnico en la pista atlética.
Al final, la dualidad del fútbol se hizo evidente una vez más en El Teniente. Para Deportes Concepción, la derrota fue un duro golpe después de una temporada donde soñaron con el ascenso y su afición demostró una pasión inquebrantable. En cambio, para Deportes Melipilla, fue un momento de alegría desbordante, una recompensa tras la resistencia y los nervios de un partido decidido por penales. Así, Rancagua volvió a ser testigo de la belleza y la crueldad de este deporte, donde cada final representa un nuevo comienzo y cada logro, una historia que se escribe en las canchas chilenas.
Más imágenes del partido:
Con Información de www.elrancaguino.cl