domingo 19 enero 2025
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El agua en peligro: Cómo la variabilidad climática afecta la seguridad hídrica del país.

El calentamiento global está alterando el ciclo del agua de manera significativa. Según el Monitor Mundial del Agua, 2024 se ha convertido en un año récord de desastres hídricos, con devastadoras inundaciones, prolongadas sequías y ciclones intensos. Este informe, elaborado por la Universidad Nacional de Australia, señala que estas catástrofes han ocasionado más de 8,700 muertes, han desplazado a 40 millones de personas y han provocado pérdidas económicas que superan los 550,000 millones de dólares, lo que resalta la necesidad urgente de adoptar medidas para mitigar los efectos de esta creciente variabilidad climática.

“Los cambios climáticos a lo largo de la historia fueron influenciados por factores como la órbita de la Tierra, los ciclos solares y la inclinación del eje del planeta, lo que generó eras de calor intenso y glaciaciones. No obstante, desde la Revolución Industrial, el cambio climático ocasionado por la actividad humana ha acelerado estos procesos de forma preocupante”, destaca Viviana Urbina, experta de Nimbus Meteorología.

Chile se ve afectado por esta situación, enfrentando una megasequía que dura más de 14 años, además de devastadoras inundaciones en las últimas décadas. Esto pone de relieve la vulnerabilidad del país ante fenómenos extremos y amenaza el acceso al agua potable, la producción agrícola y la conservación de sus ecosistemas.

“El calentamiento global ha intensificado fenómenos como lluvias torrenciales y sequías prolongadas, ya que el planeta intenta redistribuir el exceso de calor acumulado. Por ejemplo, las lluvias intensas, que se concentran en cortos períodos, actúan como un mecanismo natural para enfriar áreas específicas. Sin embargo, el verdadero desafío surge cuando estos eventos ocurren en regiones no acostumbradas a lluvias continuas”, explica Urbina.

La digitalización como herramienta clave en la gestión hídrica en Chile

Los fenómenos provocados por la variabilidad climática pueden ocurrir en diferentes partes del mundo, pero todos comparten un elemento común: la necesidad urgente de implementar soluciones innovadoras para hacer frente a la crisis climática. En este contexto, la digitalización de la gestión del agua se presenta como una herramienta esencial para optimizar su uso y garantizar su disponibilidad futura.

“En Chile, la reducción de las precipitaciones invernales y el aumento de las temperaturas han alterado el equilibrio de las reservas de agua, especialmente en las zonas montañosas. El deshielo, que antes proporcionaba un suministro constante de agua durante el verano, ahora se está produciendo de forma más rápida, lo que agrava la escasez de agua”, señala la meteoróloga de Nimbus.

En este contexto, Emilio de la Jara, CEO de Capta Hydro, una startup nacional dedicada a optimizar la gestión del agua extraída de los ríos, comparte su perspectiva sobre cómo enfrentar este complejo panorama.

“En las últimas décadas, la infraestructura hídrica y la gestión tecnológica han mejorado, pero siguen siendo insuficientes. La sequía estructural y las recientes inundaciones demuestran la necesidad de herramientas modernas para gestionar el agua, algo que hemos desarrollado en los últimos años”, menciona.

“Un ejemplo de esto es la implementación de centros de control en las cuencas del Maipo y del Lontué. El monitoreo en tiempo real del caudal de estos ríos y sus extracciones ha sido crucial para una gestión más eficiente de la sequía y una respuesta más rápida durante las inundaciones”, añade.

Un nuevo centro de control para la gestión del agua de los ríos

Conscientes de esta creciente necesidad, Capta Hydro desarrolló AMARU, un software que ofrece una solución integral para la gestión del agua tanto en épocas de sequía como de inundaciones. Este sistema consta de tres fases: captación, análisis y gestión.

En la primera fase, se recolectan datos mediante equipos de telemetría avanzados y fuentes externas, proporcionando así una visión precisa y completa del caudal. En la segunda etapa, se analiza, procesa y visualiza esta información en tiempo real, integrando y controlando los datos de los medidores de caudales y compuertas. Finalmente, se automatizan procesos críticos, como el funcionamiento de compuertas, y se generan informes personalizados con parámetros clave para la toma de decisiones estratégicas.

“Además, AMARU emite alertas preventivas y alarmas sobre los niveles de agua, permitiendo a los usuarios actuar rápidamente ante cualquier eventualidad. En resumen, la combinación de tecnología avanzada y análisis detallados asegura una gestión eficiente del agua y facilita respuestas ágiles ante los diferentes desafíos que puedan surgir”, enfatiza de la Jara.

A pesar de la magnitud del desafío, las tecnologías emergentes están preparadas no solo para optimizar el uso de este recurso vital, sino también para brindar una respuesta más ágil y eficaz durante períodos de escasez hídrica o de lluvias intensas. Con una inversión estratégica en infraestructura digital y capacitación del personal, industrias y comunidades pueden enfrentar la variabilidad climática y asegurar un futuro más sostenible para las generaciones venideras.

Con Información de elmauleinforma.cl

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