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Ejercicio físico: el antidepresivo más efectivo.

¿Te sientes deprimid@, ansios@ o angustiad@? La forma más efectiva de mitigar estos malestares es gratuita, accesible, sencilla y completamente natural, y no requiere visitar la farmacia.

Solo necesitas constancia, determinación y algo de movimiento, además de agua para mantenerte hidratado, en lugar de recurrir a pastillas. Este remedio natural es el ejercicio físico, que debe practicarse con moderación y regularidad.

Según una investigación de la Universidad del Sur de Australia (uniSA), «la actividad física es 1,5 veces más efectiva que el asesoramiento (‘counselling’) o los medicamentos más comunes para mejorar los síntomas de la depresión, la ansiedad y el distrés psicológico».

El distrés, también conocido como angustia o estrés negativo, se refiere a un estado de malestar psicológico que puede manifestarse a través de síntomas como agobio, nerviosismo, incapacidad para actuar o tomar decisiones, miedo, irritabilidad, problemas de memoria o concentración, pesimismo, frustración y desesperanza, los cuales pueden llevar a la ansiedad o la depresión.

Hombre levantando una mancuerna con expresión feliz. Foto de Kues1- Freepik.

Varios enfoques terapéuticos.

La depresión, la ansiedad y el distrés se abordan desde diferentes enfoques, como la gestión del estilo de vida (ejercicio, higiene del sueño y una dieta saludable), la psicoterapia, el ‘counselling’ y la farmacoterapia, considerados como tratamientos iniciales «principales, complementarios o alternativos» para estos problemas de salud mental según las guías clínicas de cada nación.

El ‘counselling’ se centra en explorar y resolver problemas específicos del ámbito personal, emocional o relacional mediante sesiones de diálogo, donde un consejero ofrece apoyo y ayuda para afrontar y resolver dificultades.

En psicoterapia, que también utiliza sesiones de diálogo, el psicólogo ahonda en el comportamiento del paciente usando métodos estructurados y respaldados científicamente, como terapias cognitivo-conductuales, psicoanalíticas o neuropsicológicas, ayudando a la persona a adquirir hábitos más saludables y eficaces para resolver sus problemas.

La investigación de uniSA, publicada en el British Journal of Sports Medicine (https://doi.org/10.1136/bjsports-2022-106195), representa la revisión más exhaustiva hasta la fecha, abarcando 97 revisiones, 1039 ensayos y 128.119 participantes.

Deportista corriendo en una zona urbana. Foto de Freepik.

Más efectivo que la medicación.

Esta revisión revela que «la actividad física es sumamente beneficiosa para mejorar los síntomas de depresión, ansiedad y angustia», concluyendo que en algunos casos «el ejercicio resulta más eficaz que los medicamentos para dar soporte a la salud mental», según uniSA.

En particular, la revisión demostró que realizar ejercicio durante 12 semanas o menos es la intervención más eficaz para reducir los síntomas de salud mental, destacando la rapidez con que la actividad física puede producir cambios, según esta universidad australiana.

Los beneficios más notables se observaron en personas con depresión, mujeres embarazadas y en posparto, individuos sanos y personas diagnosticadas con VIH o enfermedad renal, explican.

El doctor Ben Singh, investigador principal de la revisión realizada por UniSA, afirma que «es crucial priorizar la actividad física para gestionar mejor el aumento de casos de problemas de salud mental».

“Hay evidencia clara de que la actividad física mejora la salud mental, pero a pesar de esto, no se ha adoptado ampliamente como tratamiento preferido”, añade Singh.

“Nuestra revisión muestra que las intervenciones que incluyen actividad física pueden reducir significativamente los síntomas de depresión y ansiedad en diversos grupos clínicos, y algunos de estos muestran mejoras aún más notables”, señala.

Además, indica que “el ejercicio de mayor intensidad generó mayores beneficios en casos de depresión y ansiedad, mientras que el ejercicio prolongado mostró efectos benéficos menores en comparación con el ejercicio realizado en intervalos cortos a medianos”.

Se observó que todos los tipos de actividad y ejercicio son beneficiosos, incluyendo el ejercicio aeróbico, el entrenamiento de resistencia, el Pilates y el yoga, según Singh.

“La investigación demuestra que no se necesita mucho ejercicio para lograr un cambio positivo en la salud mental”, enfatiza.

Efecto protector y preventivo.

“Si bien todas las modalidades de ejercicio mostraron ventajas, hallamos que el ejercicio de resistencia resultó el más efectivo para la depresión, y el yoga pareció ser el mejor para la ansiedad”, puntualiza Singh en una entrevista con EFE.

Agrega que «los mayores beneficios en la depresión y la ansiedad se evidenciaron al hacer ejercicio durante 12 semanas. Además, realizar actividad física durante 30 a 60 minutos, 3 a 5 veces por semana, aparenta ser lo que produce los mejores resultados para la salud mental”.

“En general, la actividad física de mayor intensidad se relacionó con mejoras más significativas en los síntomas, lo que se mantuvo constante en diferentes poblaciones y tipos de ejercicio”, destaca.

El ejercicio también tiene un efecto protector sobre la salud mental, ayudando a prevenir alteraciones, ya que, según explica, «nuestro estudio evidenció que algunos de los beneficios más pronunciados se dieron en adultos sanos, sin un diagnóstico de depresión o ansiedad».

Este efecto protector posiblemente se debe a que la actividad física incrementa la producción de neurotransmisores relacionados con la regulación del estado de ánimo, mejora la autoestima, fomenta una sensación de logro, ofrece oportunidades de interacción social, reduce los niveles de hormonas del estrés como el cortisol, y optimiza la calidad del sueño y la función cognitiva, según Singh.

“Nuestros hallazgos subrayan la importancia de promover la actividad física no solo como tratamiento para los trastornos mentales existentes, sino como una estrategia preventiva vital para mantener una buena salud mental en la población”, enfatiza.

“Analizar estos estudios en su totalidad es un medio eficiente para que los médicos comprendan el conjunto de evidencias que apoyan la actividad física en el manejo de los trastornos de salud mental”, señala Carol Maher, investigadora principal de la revisión y profesora en UniSA.

Pablo Gutman.

EFE – Reportajes

Con Información de www.elrancaguino.cl

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