Los secretarios de Estado de Estados Unidos y Rusia, Marco Rubio y Serguéi Lavrov, llevaron a cabo una conversación telefónica en la que acordaron establecer un contacto regular con el fin de preparar una cumbre entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin. Aunque no se ha definido una fecha, Trump sugirió que el encuentro podría tener lugar en Arabia Saudita, y su objetivo sería negociar el cese de la guerra en Ucrania.
De acuerdo con el Ministerio de Exteriores ruso, la llamada fue propuesta por Washington y sirvió para reafirmar la intención de restaurar un diálogo basado en el respeto mutuo, en línea con el reciente contacto entre Trump y Putin. Ambas partes expresaron su disposición a colaborar en asuntos internacionales, incluyendo el conflicto en Ucrania, la situación en Palestina y otros temas relacionados con Oriente Medio.
El Departamento de Estado de EE.UU. corroboró que Rubio reiteró el compromiso de Trump con una solución negociada al conflicto en Ucrania. Después de la conversación, Rubio se dirigió a Jerusalén como parte de una gira que también incluye Arabia Saudita, donde planea mantener reuniones con funcionarios rusos para iniciar las negociaciones. También participarán el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el enviado para Oriente Medio, Steve Witkoff.
Se ha informado que la delegación rusa incluiría figuras clave del ámbito político, de inteligencia y económico, entre ellos Kirill Dmitriev, quien desempeñó un papel fundamental en el reciente intercambio de prisioneros entre ambos países.
La comunicación entre Trump y Putin representó el primer contacto público entre ambos mandatarios desde febrero de 2022, cuando el entonces presidente Joe Biden habló con el líder ruso. Tras la llamada, Trump afirmó haber llegado a un acuerdo con Putin para iniciar negociaciones de inmediato con el objetivo de poner fin a la guerra en Ucrania.
En este contexto, Trump ha adoptado una postura diferente a la de su predecesor, considerando poco probable la adhesión de Ucrania a la OTAN y mostrando escepticismo sobre la recuperación total de los territorios ocupados por Rusia desde 2014, lo que sugiere concesiones a Moscú. Además, su administración ha decidido excluir a Europa de las negociaciones y tratar directamente con Rusia, sin involucrar a Ucrania en la mesa de diálogo.
Desde 2014, Rusia controla Crimea, una anexión que ha sido rechazada por la comunidad internacional. La invasión a gran escala que comenzó en 2022 resultó en sanciones económicas impuestas por Occidente y el envío de asistencia militar a Ucrania por parte de Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá.
Con Información de hoysantiago.cl
