Con cierta regularidad, los comentaristas deportivos introducen o popularizan palabras y términos cuyo significado puede resultar ambiguo, permitiéndoles expresar mucho o, por el contrario, poco, pero siempre dando la sensación de seriedad y erudición.
Recientemente, se ha vuelto común escuchar que a un equipo le faltó “contundencia”, lo que explicaría su incapacidad para ganar o su actuación poco destacada.
Si consultamos el diccionario de la Real Academia, encontramos que la “contundencia” se define como la “Cualidad de lo contundente”. En la definición de “contundente”, se menciona que es aquello que provoca una fuerte impresión y logra convencer. También se indica que, en referencia a la comida, es aquel alimento que sacia.
Así, una cazuela realmente contundente es aquella que está colmada de diversos ingredientes en abundancia, dejando satisfecho y contento al comensal.
Dado el vasto panorama del actual entorno político, seguramente los expertos deportivos calificarían este contexto como un caso de “falta de contundencia” notable.
Es como una sopa aguada: aunque tiene sabor, no es lo que se espera.
Los ingredientes estaban presentes, pero no en las proporciones ni calidades adecuadas.
En lugar de contar con varios buenos candidatos, muchos parecen carecer de sustancia, mientras que otros tienen demasiada “grasa”, resultando en un menú poco satisfactorio para el ciudadano promedio.
Se necesita más condimento a través de ideas innovadoras y propuestas atractivas. Falta calor y cocción; una sopa tibia rara vez resulta apetecible.
Para concluir con el tono deportivo, es lamentable que varios candidatos hayan mostrado buena contundencia, pero carecieron del “finiquito” necesario… Los resultados serán evidentes en el análisis posterior.
Luis Fernando González V.
Sub Director.
El artículo EDITORIAL: Contundencia, política y elecciones. fue publicado primero en El Rancagüino.
Con Información de www.elrancaguino.cl