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Día del Padre con Ivonne Maldonado.

Día del Padre y las diversas maneras de ser papá: Existen tantas formas de ejercer la paternidad como papás hay en el planeta.

Aunque algunas son más comunes y fáciles de identificar, la experiencia de ser papá es única y se forma a partir de las vivencias, habilidades y aprendizajes de cada uno.

Más allá de cómo se clasifiquen, este Día del Padre es una buena ocasión para reflexionar sobre el tipo de paternidad que queremos construir.

Es clave reconocer y valorar a esos papás que, desde diferentes realidades, se preocupan por sus hijos y el papel que juegan en sus vidas.

Lo más importante es avanzar hacia una paternidad más presente, activa y responsable.

En este proceso de reflexión y observación, podemos identificar algunos tipos que ayudan a entender mejor cómo se vive este rol.

Dentro de esta clasificación no oficial, se encuentra el «padre-no padre»: aquel que solo cumple con el acto biológico, pero no asume más compromiso afectivo o de crianza.

El psiquiatra Jorge Barudy lo describe como parte de la parentalidad biológica, y difícilmente se le podría aplaudir en un día como este.

Es lamentable que, con lo valioso que es acompañar a los hijos en su desarrollo, haya quienes se pierdan esa experiencia.

También hay el “padre cacho”, cuya presencia, más que aportar, suele generar conflictos en la crianza.

Este tipo se dedica a asumir malas actitudes, aumenta el estrés familiar y evita sus responsabilidades, culpando a quienes lo rodean por lo que pasa.

No es raro escuchar que, en muchos casos, termina siendo “un hijo más” en casa.

Aparecen luego los “padres de fin de semana”, que rara vez se involucran en cosas cotidianas como las tareas escolares, disciplina o acuerdos familiares.

Se relacionan con los hijos solo cuando un juez lo determina.

En el mejor de los casos, el fin de semana se convierte en unas pequeñas vacaciones: los niños salen a pasear, se alimentan mal o se rompe la rutina que lleva la cuidadora principal.

En un escenario menos favorable, los niños a veces son dejados bajo el cuidado de una abuela o se quedan solos mientras el papá se ocupa de sus cosas.

Luego está la figura del “papá-tío”.

Como algunos tíos, disfrutan de sus hijos solo cuando todo está tranquilo y bajo control.

Pero apenas surge un llanto o un cambio de pañal, se desentienden.

Este tipo de papá suele “colaborar” en la crianza, pero solo desde su zona de confort.

Frente a estos modelos ausentes o limitados, también es fundamental destacar las experiencias positivas.

Ahí están los padres pingüinos: quienes disfrutan de la compañía de sus hijos y asumen con responsabilidad sus obligaciones como papás, incluso viviendo separados de la madre.

Son los que comparten tareas, se involucran de verdad y no ven la crianza como un favor, sino como una obligación natural.

Es gratificante ver que esta forma de ser papá ha ido ganando terreno en el mundo actual, un avance que sin duda impulsan las generaciones más jóvenes.

Ivonne Maldonado.

Directora Carrera de Psicología.

Universidad de Las Américas, Sede Concepción.

Con Información de portalmetropolitano.cl

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