A pocas semanas de iniciar un nuevo proceso para tomar la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), miles de estudiantes comienzan a lidiar con diferentes niveles de estrés y ansiedad, manifestándose de diversas formas, como preocupación, problemas de concentración y alteraciones en el sueño y la alimentación.
Claudio Barrales, psicólogo clínico y profesor en Superprof, señala que“la presión por obtener un buen puntaje para ingresar a las universidades más competitivas, o para satisfacer las expectativas familiares, puede resultar abrumadora para muchos jóvenes. A esto se añade el miedo de no haber estudiado lo suficiente, la escasez de tiempo para repasar el contenido y, en muchas ocasiones, una autoexigencia que se convierte en una carga emocional extra”.
A continuación, el especialista ofrece algunos consejos para antes y durante la realización de la prueba:
- Ejercicios de respiración y relajación:La práctica de respiración profunda, que involucra inhalar durante 4 tiempos, retener el aire y exhalar lentamente, ayuda a aliviar la tensión.
- Pausas activas:Realizar pausas de 10 minutos después de 50 minutos de estudio para caminar, estirarse o realizar actividades ligeras ayuda a prevenir el agotamiento y a revitalizar la mente.
- Visualización positiva:Imaginar el día del examen de manera confiada puede ser una herramienta útil para reducir el miedo al fracaso.
- Limitación de la sobrecarga de información: En los días previos al examen, es preferible repasar lo aprendido en lugar de intentar abarcar nuevos contenidos que podrían intensificar la ansiedad.
- Descanso adecuado: Estudiar hasta altas horas de la noche puede resultar contraproducente, ya que el sueño afecta el estado de ánimo, la concentración y aumenta la vulnerabilidad al estrés.
Alimentos que ayudan a reducir el estrés
La alimentación tiene un papel fundamental en la regulación del estado de ánimo. “Algunos nutrientes son clave para mantener la integridad de la barrera intestinal, limitando el paso de sustancias inflamatorias al torrente sanguíneo, mientras que otros, como los antioxidantes, ayudan a disminuir el estrés oxidativo en el cerebro”, explica María Trinidad Forteza, nutricionista de Orizon Seafood, parte de Nutrisco.
Agrega que consumir pescados ricos en Omega 3, como el jurel, resulta especialmente beneficioso, dado que “estos ácidos grasos son esenciales para el óptimo funcionamiento del cerebro, ya que ayudan a reducir la inflamación, mejorando la salud mental y aliviando síntomas de depresión y ansiedad. Por lo tanto, pueden ser muy útiles en momentos de mayor estrés”, señala.
Finalmente, incluir en la dieta alimentos que contengan vitaminas del complejo B (como legumbres y verduras de hoja verde), así como frutas y verduras ricas en antioxidantes, como naranjas, bayas y brócoli, y aquellos que son ricos en magnesio, contribuye a equilibrar el sistema nervioso y a mejorar la respuesta del organismo ante el estrés.
Con Información de www.elrancaguino.cl