Investigaciones recientes sugieren que la pérdida auditiva puede tener consecuencias significativas, particularmente en personas mayores de 65 años. Este problema puede ser identificado de manera efectiva a través de una audiometría, lo que permite detectar y abordar los inconvenientes a tiempo, minimizando así su impacto en el futuro.
El deterioro cognitivo, la depresión y el desarrollo de demencia son algunas de las graves repercusiones de la pérdida auditiva, una condición que afecta a un gran número de personas, sobre todo a los adultos mayores. La detección temprana resulta crucial para prevenir estos problemas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
Según estudios recientes realizados por la Universidad Johns Hopkins en Maryland, EE. UU., la no intervención ante la pérdida auditiva puede incrementar hasta un 35% el riesgo de deterioro cognitivo.
Por esta razón, los especialistas enfatizan la importancia de realizar detecciones tempranas para evitar consecuencias severas en el futuro.
«Hacerse una audiometría una vez al año permite tomar medidas rápidas y eficaces», destaca Camilo Morán, fonoaudiólogo y gerente de operaciones de másaudio. «Es un examen sencillo y no invasivo que dura aproximadamente 20 minutos, un tiempo muy corto que puede ofrecer señales tempranas muy valiosas», añade.
El profesional también menciona que «los pacientes que comienzan a usar audífonos experimentan un cambio notable en su calidad de vida», ya que «estos dispositivos les ayudan a recuperar su interacción social, independencia y autoestima. A menudo, aquellos que se habían aislado de actividades sociales por dificultades auditivas logran reconectarse con familiares y amigos, lo que mejora su bienestar emocional y cognitivo».
Uno de los temores más comunes entre los pacientes que acuden a másaudio es la estética de los audífonos. Sin embargo, los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de audífonos más pequeños y discretos que son casi imperceptibles. Algunos modelos se colocan completamente dentro del oído, mientras que otros, que se colocan detrás de la oreja, son prácticamente invisibles gracias a su diseño anatómico.
«Es fundamental no solo usar audífonos cuando son necesarios, sino también contar con el apoyo constante de un audiólogo o audioprotesista», resalta Morán.
Sobre los principales desafíos en la salud auditiva, Morán señala que uno de los problemas más urgentes es la falta de conciencia acerca de la conexión entre la pérdida auditiva y el deterioro cognitivo. Es esencial que las personas mayores o quienes sospechen tener problemas auditivos se realicen exámenes periódicos, lo cual no les llevará más de 20 a 30 minutos. Asimismo, es crucial que los pacientes comprendan que la pérdida auditiva es un proceso natural relacionado con el envejecimiento y que existen soluciones accesibles y eficaces para abordarla.
De hecho, Morán afirma que aproximadamente el 80 por ciento de quienes reciben tratamiento en másaudio son personas de la tercera edad, una cifra similar a la de países como Estados Unidos, donde, según la National Academy on an Aging Society, 4 de cada 5 personas con hipoacusia son mayores de 65 años.
Finalmente, el profesional subraya que «el riesgo asociado a la pérdida auditiva no tratada es mayor que cualquier preocupación estética o miedo que los pacientes puedan sentir respecto al uso de audífonos».
Por tanto, invita a todos a hacerse audiometrías de manera regular y buscar tratamiento si es necesario. «Como indican estudios recientes, el uso de audífonos no solo mejora la audición, sino también el bienestar cognitivo y emocional, lo que conlleva a una mejora impresionante en la calidad de vida», concluye.
Con Información de hoysantiago.cl