En la actualidad, donde la tecnología juega un rol clave en nuestras vidas, es sorprendente que muchos bancos todavía gestionen sus carteras hipotecarias basándose en datos obsoletos.
Año 2025 y aún hay instituciones que ignoran el valor real de los activos que respaldan sus créditos.
Esto no es simplemente un error administrativo menor.
Se trata de un problema estructural que pone en peligro la calidad de miles de decisiones estratégicas, esenciales para la vida de las personas, como lo es la compra de una vivienda.
La relación Loan to Value (LTV), que indica cuánto se financió en relación al valor de la propiedad, es un indicador crucial en la gestión del riesgo.
Pero, ¿qué sucede cuando el valor de esas propiedades cambia y el banco no lo conoce?
Así es: el LTV se convierte en una mera ilusión y en un asunto numérico para la banca.
Durante años, evaluar el valor de una cartera de propiedades era un proceso lento, costoso y complicado, casi imposible sin activar un equipo de tasadores conformado por un ejército de expertos.
Sin embargo, los tiempos han cambiado.
Hoy en día, existen soluciones tecnológicas que utilizan incluso Intelligencia Artificial para realizar este trabajo en cuestión de segundos, y cuando decimos segundos, no estamos exagerando.
HousePricing.cl, por ejemplo, revaloró en minutos una cartera de 12.000 propiedades de Banco Falabella, en un banco chileno.
Esto permitió tener una visión clara del riesgo real, tomar decisiones más informadas y operar con mayor eficiencia.
¿Y cuál es el verdadero valor de esto?
El hecho es que el precio de las propiedades no es fijo.
En áreas como Providencia o el centro de Santiago, el valor del metro cuadrado puede fluctuar entre un 8% y un 10% o más anualmente.
Trabajar con tasaciones de hace tres años es tan ineficiente como utilizar mapas del siglo XIX para orientarse en la ciudad.
Las consecuencias de esto pueden impactar directamente a todos los involucrados, desde quien otorga el crédito hasta quien lo recibe: en sus finanzas.
La banca no puede permitirse ese lujo.
Mucho menos en situaciones de refinanciamiento, crisis económicas o clientes con dificultades financieras.
No se trata solo de eficiencia operativa.
Se trata de responsabilidad.
Automatizar la valoración de propiedades ya no es un plus competitivo.
Es una necesidad fundamental.
Y, seamos sinceros, si tu banco aún no lo implementa, no es por una falta de tecnología.
Es por una falta de decisión, ya que las herramientas están disponibles y no requieren una gran inversión.
De hecho, es rentable incluso a corto plazo.
Con este panorama, queda preguntarse:
¿Seguirán los bancos actuando a ciegas o se atreverán a tener una visión clara y realmente sumarse al mundo tecnológico?
CEO y cofundador de Housepricing.
Con Información de portalmetropolitano.cl