A pocos días de las elecciones, y en el contexto del cierre del periodo de campaña electoral, es arriesgado realizar un análisis exhaustivo de la situación política regional. La falta de credibilidad y el rechazo general hacia la clase política generan un alto grado de incertidumbre para la elección que se llevará a cabo este fin de semana.
Esta será la primera votación, excluyendo los plebiscitos, en la que el voto es obligatorio, aunque se aplicará una multa considerablemente menor en comparación con elecciones anteriores. Se espera un aumento notable en la participación, pero ¿esto implicará un cambio en las tendencias existentes? ¿O simplemente se incrementarán los votos nulos y en blanco?
A pesar de la posible fluctuación en el número de votantes, la legitimidad de los resultados de este fin de semana no está en discusión. Quien resulte ganador en las urnas será el alcalde, y los que obtengan mejor rendimiento en las cifras serán los consejeros regionales o concejales. Todo indica que habrá una segunda vuelta en la elección de gobernadores.
Además, es relevante cuestionarse cómo interpretar los resultados electorales, cuál coalición saldrá mejor posicionada y cómo estos resultados podrían influir en futuras elecciones, ya sean presidenciales o parlamentarias.
¿Ganará la coalición que logre elegir más alcaldes? ¿Aquella que, sumando los votos de sus candidatos, obtenga una mayor cantidad? ¿La que elija más concejales? ¿La que triunfe en las capitales regionales? O ¿la que gane en las «comunas emblemáticas»?
Responder a estas preguntas no es sencillo, especialmente porque en las elecciones municipales juegan un papel preponderante factores locales sobre las consideraciones políticas generales.
Aun así, para proyectar los resultados hacia la próxima elección, hay dos aspectos que merece la pena observar detenidamente: la cantidad de población gobernada y el número de votos obtenidos por las coaliciones en la elección de concejales, ya que esta última tiene un carácter más político al contar con un mayor número de candidatos.
En definitiva, esta elección servirá como un termómetro para que futuros candidatos al parlamento en la región comiencen a posicionarse de cara a la elección del próximo año.
Regresando a las elecciones municipales, los resultados pueden ser interpretados de diversas maneras y la forma en que se perciba el triunfo de un pacto u otro será subjetiva. La elección municipal trasciende la mera suma de 343 elecciones locales, cada una con sus propios matices y complejidades. Por lo tanto, se anticipa que el conglomerado que mejor logre transmitir una sensación de triunfo a sus seguidores y oponentes será el que prevalezca en la elección presidencial. La percepción de un potencial ganador puede influir en los indecisos, quienes a menudo votan por el candidato que consideran más viable, buscando también sentirse parte de una victoria.
LUIS FERNANDO GONZÁLEZ V
SUBDIRECTOR
Con Información de www.elrancaguino.cl