La tendencia hacia la circularidad busca erradicar los residuos y la contaminación, teniendo en cuenta desde el inicio el ciclo de vida completo de un producto. Esto implica diseñar y utilizar cada artículo y sus componentes de tal manera que puedan reintegrarse en la cadena de suministro.
“El progreso es gradual, aunque inestable. A pesar de que muchas empresas han dado su apoyo a la circularidad, más de la mitad de sus iniciativas se centran únicamente en el reciclaje o la gestión de desechos. Las estrategias de muchas organizaciones todavía no abarcan la variedad de tecnologías y modelos de negocio que son necesarios para una economía circular, como el rediseño de productos para aumentar su durabilidad, la incorporación de capacidades de reparación, la adopción de modelos de arrendamiento, la reducción del uso de materiales vírgenes y la oferta de servicios complementarios a lo largo del ciclo de vida de un producto”, comenta Alberto Oltra, CEO de DHL Global Forwarding en Sudamérica.
Los enfoques de circularidad requieren una transformación radical en los procesos de diseño, producción y reciclaje. Por ello, la cadena de suministro juega un papel fundamental en esta tendencia, gestionando y moviendo flujos de materias primas, productos, devoluciones y residuos dentro de una nueva red de consumidores de manera sostenible y circular.
“Es probable que la circularidad impacte de manera significativa en la industria logística, convirtiendo a los actores logísticos en fuentes clave de conocimiento para la transferencia de prácticas óptimas entre distintos sectores. Sin embargo, el impulso actual para explorar, invertir y adoptar soluciones circulares parece aún insuficiente. Por lo tanto, llevará tiempo que la circularidad logre una adopción generalizada y alcance la madurez a lo largo de la cadena de suministro”, menciona Oltra.
El ascenso del recommerce
Los sectores industriales, especialmente el comercio minorista, están presenciando un crecimiento en el recommerce (o comercio inverso), donde se venden y envían productos nuevos o usados a compradores, quienes luego los reparan, reutilizan, reciclan o revenden, extendiendo así su vida útil.
“Esto no solo fomenta la sostenibilidad, sino que también disminuye las emisiones relacionadas con la fabricación de nuevos productos. Sin embargo, no está claro si las grandes empresas realmente están comprometidas con la transición hacia un modelo de negocio circular, o si ven las plataformas de segunda mano como meras fuentes adicionales de ingresos”, enfatiza Oltra.
A diferencia de los gigantes de la moda rápida, conocidos por su producción en masa y precios asequibles, pero que a menudo carecen de una estrategia clara y dedicada de recommerce, el sector del lujo ha mostrado avances significativos en esta área. Este sector está aumentando su popularidad al ofrecer artículos de lujo de segunda mano, como bolsos y prendas de vestir.
Asimismo, empresas como Patagonia han adoptado el recommerce como parte fundamental de su modelo de negocio, priorizando la circularidad y sostenibilidad. A medida que la industria avanza, es crucial que las empresas evalúen el impacto ambiental a largo plazo de sus modelos de negocio en el futuro de la moda.
Logística inversa
Con el creciente número de empresas que se unen a la economía circular para reducir residuos y costos, es probable que reexaminen y rediseñen sus cadenas de suministro para alinearse con los principios de circularidad. Para las organizaciones logísticas, que abarcan desde el almacenamiento hasta la entrega de última milla, esto podría implicar importantes ajustes operativos y un enfoque en las ofertas de logística inversa.
“Además de gestionar almacenes y controlar el movimiento de mercancías, los proveedores de logística podrían enfrentar una mayor demanda por servicios de valor agregado para productos y materiales que actualmente no ofrecen. La circularidad se ve favorecida por la legislación de la Comisión Europea, la cual otorga a los consumidores el ‘derecho a reparar’. Esto permite a los consumidores ahorrar costos, ya que la ley les garantiza este derecho durante y después del período de garantía legal, permitiéndoles incluso reparar los productos por sí mismos”, explica Oltra.
Para los gerentes de logística y de la cadena de suministro, esto genera una mayor necesidad de acceso a piezas de repuesto, manuales de reparación y información sobre la posibilidad de reparaciones, así como consideraciones sobre los derechos de propiedad intelectual y la necesidad de servicios de reparación profesional. Además, los almacenes podrían experimentar un mayor rendimiento de las materias primas secundarias, como restos de tela o lubricantes reprocesados, y podrían requerir una reconfiguración de sus espacios e instalaciones para manipular, almacenar y cargar más de estos productos.
“Tomando como ejemplo las baterías de litio dañadas de vehículos eléctricos, los proveedores de servicios logísticos deberán desarrollar conocimientos especializados en logística inversa para asegurar el cumplimiento de las regulaciones locales, regionales y globales sobre transporte. Esto conlleva consideraciones integrales en la gestión, almacenamiento y manipulación de las baterías para garantizar que se cumplan con los requisitos regulatorios”, puntualiza Oltra.
El artículo Circularidad para una logística más verde: ¿cuáles son las tendencias? fue publicado primero en Osorno en la Red.
Con Información de osornoenlared.cl