Los avances en tecnología y medicina han permitido identificar y tratar una creciente cantidad de patologías que antes eran desconocidas. Un ejemplo notable es el Lipedema, una condición que afecta mayormente a mujeres y que puede tardar más de 10 años en ser diagnosticada, debido a que sus síntomas a menudo se confunden con enfermedades como la obesidad.
Desde que la Organización Mundial de la Salud reconoció el Lipedema como enfermedad en 2018, se ha incrementado la visibilidad y comprensión de su impacto en la vida de las personas. Este reconocimiento ha llevado a que cada vez más profesionales de la salud se especialicen en su diagnóstico y tratamiento, brindando apoyo a miles de pacientes en todo el mundo.
En nuestro país, la Clínica Lipedema WAL Chile se dedica específicamente al diagnóstico y tratamiento de esta condición. Su equipo de profesionales ofrece una variedad de terapias, que incluyen tratamientos kinesiológicos y cirugías, dirigidos a mejorar la calidad de vida de las pacientes, considerando que actualmente no existe una cura para la enfermedad.
La doctora cirujana plástica María Elsa Calderón, junto con la kinesióloga especialista en Lipedema Ledda Pérez, han identificado cinco pilares esenciales para el tratamiento de esta enfermedad:
- Alimentación Antiinflamatoria: Al ser diagnosticadas, las pacientes deben adoptar un cambio permanente en su estilo de vida, siendo la alimentación un aspecto fundamental. La dieta antiinflamatoria, que no es restrictiva, ha demostrado proporcionar los mejores resultados. Esta dieta se basa en cuatro enfoques: keto, vegana, paleo y libre de gluten. “La transición a esta dieta debe realizarse con la guía de un profesional en nutrición para ajustarla a las necesidades individuales de cada paciente”, aclara Calderón.
- Tratamientos kinesiológicos conservadores: La terapia física es clave en el tratamiento del Lipedema, siendo el tratamiento kinesiológico conservador uno de los que más beneficios brinda. Debe ser realizado por profesionales calificados y con equipos especializados, ya que el dolor en las extremidades es el síntoma principal de la enfermedad, y un tratamiento inapropiado podría tener efectos adversos.
- Ejercicios de bajo impacto: Para muchas pacientes, la actividad física puede resultar difícil debido al dolor, pero existen ejercicios de bajo impacto recomendados por especialistas. Actividades como natación, aqua dance, pilates, yoga, y caminatas son apropiadas, evitando ejercicios de rebote o levantamiento de pesas sin supervisión.
- Compresión: El uso de prendas compresivas es otra medida efectiva que las pacientes pueden implementar en casa. Estas prendas ayudan a aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida, especialmente durante actividades físicas o largas jornadas laborales. “La compresión ayuda a controlar el dolor y a gestionar la progresión de la enfermedad”, indica Calderón.
- Cirugía: La cirugía, específicamente la técnica WAL (Water Assisted Liposuction), es el último pilar del tratamiento. A través de esta técnica, se utiliza una cánula que aspira la grasa mientras se introduce agua para separar los depósitos adiposos, cuidando los nervios y vasos sanguíneos. “Este enfoque es respetuoso con los tejidos del paciente”, explica Calderón.
La cirugía se considera solo después de haber seguido un tratamiento integral basado en los cuatro pilares mencionados, y no como una opción inicial.
La Clínica Lipedema WAL Chile es actualmente la única en el país que ofrece esta técnica quirúrgica y todo el tratamiento asociado, contando con un equipo multidisciplinario especializado en Lipedema.
Con Información de elmauleinforma.cl