Marcelo Calderón, Académico del Instituto de Física, Matemática y Estadística de la Universidad de Las Américas
El mes de noviembre es un momento para recordar el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, una efeméride que subraya la relevancia de la ciencia en nuestra vida cotidiana y su contribución al desarrollo sostenible. Esta celebración pone en valor los progresos científicos y enfatiza la necesidad de invertir en educación y divulgación para abordar los retos globales.
La ciencia es un motor del progreso humano. Desde las leyes de la física que desentrañan el universo, hasta los estudios en biología y química que nos ayudan a entender la vida y la materia, cada disciplina proporciona descubrimientos que mejoran nuestro bienestar. Este día nos recuerda cómo el conocimiento puede transformar la salud, la cultura, la convivencia social, la tecnología y el medio ambiente.
Un aspecto fundamental es la conexión entre ciencia y desarrollo sostenible. Retos como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y las pandemias son situaciones en las que la ciencia ofrece respuestas innovadoras. Investigaciones en energías renovables, medicina y agricultura sostenible son ejemplos de cómo la ciencia puede contribuir a un futuro más justo. Además, es esencial fomentar soluciones efectivas y promover la colaboración entre científicos, gobiernos y ciudadanos para garantizar que el conocimiento beneficie a la sociedad en su conjunto.
Esta fecha también ofrece una oportunidad para enfatizar la importancia de la educación científica. Desde la educación básica hasta la formación universitaria, impartir conocimientos en esta área es crucial para preparar a futuros investigadores, médicos e ingenieros, ya que la ciencia fomenta un modo de pensar, innovar y cuestionar el mundo que nos rodea.
Los estudiantes de hoy representan a los científicos del mañana. Las universidades e institutos desempeñan un papel fundamental en la formación de nuevos talentos, por lo que deben impulsar iniciativas que fortalezcan el desarrollo de esta disciplina.
Además, la ciencia está presente en nuestro día a día. Los avances científicos han dado origen a tecnologías que utilizamos cotidianamente: teléfonos móviles, medicamentos y energías limpias han transformado el mundo moderno.
El Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo busca acercar el conocimiento a la sociedad. Explicar cómo los avances científicos mejoran nuestras vidas contribuye a crear una ciudadanía más consciente e informada.
La invitación es a acercarse a la ciencia, desarrollando el hábito de distinguir claramente la desinformación y contrastarla con estudios de calidad basados en evidencia. Para ello, el ámbito académico debe facilitar el acceso a diversas disciplinas científicas, recordando que la ciencia no es exclusiva para unos pocos, sino un recurso accesible para todos.
Con Información de www.elrancaguino.cl