Los Lagos

Cárceles abarrotadas y promesas incumplidas: los riesgos de las propuestas populistas en las campañas electorales.

El concepto de “encarcelar en masa” planteado por el académico del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de O’Higgins, Patricio Saavedra, representa “un ejemplo de soluciones a corto plazo”, ya que reduce problemas complejos a una respuesta de fuerza. Según su perspectiva, los discursos políticos que prometen “cárcel para todos” ignoran las causas de la violencia social y solo reaccionan ante el miedo legítimo de la ciudadanía al delito, en lugar de ofrecer una estrategia de seguridad coherente. “El populismo penal puede captar votos, pero resulta ineficaz, y esta ineptitud pone a la sociedad en mayor riesgo”, sostiene.

De acuerdo con información oficial, para 2025 el sistema penitenciario chileno acogerá a más de 59,000 internos, a pesar de contar con una capacidad para solo 42,000. Esto implica un hacinamiento del 40% o más, con centros que en ocasiones superan el 130% de ocupación. “Nos estamos llenando de cárceles y presidiarios sin cuestionar en qué tipo de sociedad nos estamos convirtiendo ni si realmente el encarcelamiento aborda el problema de la inseguridad”, advierte Saavedra.

La psicóloga de la Universidad de O’Higgins, Anais Moris, señala que el hacinamiento en las prisiones es un reflejo de un colapso estructural del sistema que puede facilitar la expansión de bandas criminales dentro de los recintos, dificultando la separación entre infractores primarios y reincidentes de alto riesgo.

Moris también destaca que la reincidencia, un factor que suele pasar desapercibido en los discursos electorales, es alarmante: se estima que uno de cada dos liberados vuelve a cometer delitos. “Si el objetivo es evitar que reincidan, es esencial intervenir no solo en los procesos dentro de prisión, sino también en el sistema post-penitenciario y en cómo la sociedad está dispuesta a reintegrar a quienes recuperan su libertad”, concluye la académica.

Además, según la psicóloga, existe una política de reinserción débil. Resalta que solo un pequeño porcentaje del presupuesto de Gendarmería se destina a programas de rehabilitación laboral, educativa o psicológica. “Estamos invirtiendo en más infraestructura, pero no en intervenciones; la historia y la evidencia comparativa han sido claras al mostrar la ineficacia de esas decisiones”, comenta.

Para el Dr. Saavedra, el enfoque debe estar en la prevención y la reinserción, no en un enfoque punitivo y espectacular. “¿Para qué encarcelar? ¿Con qué propósito?”, cuestiona. “No se trata de impunidad, sino de eficacia. Un sistema penal debe proteger a la sociedad, y eso solo se logra si quienes cumplen sus condenas no vuelven a delinquir”.

Con las elecciones próximas, el académico advierte que hay un riesgo de que se prioricen promesas fáciles en lugar de soluciones sostenibles. “No todo lo que brilla es oro. La verdadera seguridad no se logra con eslóganes, sino con políticas serias. Si seguimos saturando las cárceles sin abordar las causas fundamentales, quienes buscan liderar el gobierno solo conseguirán poner a la sociedad en un peligro mayor al que pretenden evitar”.

Este contenido fue publicado en Osorno en la Red.

Con Información de osornoenlared.cl

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