Una vez más, Carabineros y la comunidad se reúnen para rendir homenaje al teniente Hernán Merino Correa, un mártir que perdió la vida defendiendo la soberanía de Chile en el extremo sur del país en 1965. Este importante acontecimiento se conmemora cada 6 de noviembre, con el objetivo de reconocer su valentía y dedicación en la protección de nuestro territorio y sus ciudadanos.
La carrera de este excepcional oficial estuvo siempre caracterizada por un firme sentido del deber y un profundo respeto por la ley. Sus compañeros y quienes lo conocieron lo recuerdan como un líder nato, siempre dispuesto a asumir cualquier desafío que se le presentara.
Su fallecimiento se produjo en un incidente confuso con la Gendarmería Nacional Argentina en Laguna del Desierto, en la región de Aysén, un hecho que conmovió al pueblo chileno y resaltó el compromiso y valentía de Carabineros de Chile.
Los acontecimientos se remontan a octubre de 1965, cuando colonos chilenos denunciaron acosos por parte de uniformados extranjeros, alegando que el territorio donde se encontraban pertenecía a su país y exigiendo una resolución legal. En respuesta, se conformó una patrulla al mando del mayor Miguel Torres Fernández, con el teniente Merino como segundo al mando.
El 6 de noviembre de 1965, cuando los carabineros se retiraban tras un acuerdo diplomático entre Chile y Argentina, se encontraron con una fuerza extranjera mucho más numerosa. Al intentar establecer un diálogo, se desató un tiroteo por parte de los funcionarios argentinos que resultó en la muerte del oficial Merino y dejó gravemente herido al sargento Miguel Manríquez.
Este incidente significó un cambio trascendental para la institución, creando un héroe para el país y Carabineros de Chile, cuyos valores perduran hasta el día de hoy. En reconocimiento a su sacrificio por la soberanía nacional, el Gobierno de ese entonces le otorgó post mortem la Medalla al Valor.
El sacrificio del teniente Merino no solo recuerda los peligros de la labor policial, sino que también invita a la sociedad a valorar y apoyar a quienes arriesgan sus vidas por mantener el orden y la seguridad de la comunidad. Su legado perdurará como un símbolo de dedicación y heroísmo en Carabineros de Chile.
VIDA Y LEGADO
Hernán Merino Correa nació en Antofagasta el 17 de julio de 1936, siendo hijo del capitán de Carabineros Carlos Merino Charpentier y de Ana Correa de la Fuente. Era el segundo de cuatro hermanos, de los cuales él y su hermano Carlos decidieron seguir la tradición familiar al unirse a la policía uniformada.
Después de residir en Valparaíso, a principios de la década de 1940, la familia se estableció en Limache, donde Hernán pasó gran parte de su infancia y adolescencia. En 1948 ingresó al Liceo Coeducacional “Abraham Vera Yianatos”, concluyendo sus estudios en el Liceo de Aplicación.
En 1955, se matriculó en la Universidad Técnica del Estado para obtener el título de Técnico Mecánico Industrial, carrera que interrumpió para cumplir con el Servicio Militar en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar durante el verano de 1956. Ese mismo año, decidió postular a la Escuela de Carabineros, logrando ingresar en marzo de 1957 como subteniente.
Entre las diversas destinaciones que figuran en su trayectoria, resalta su paso por Santa Bárbara, en la región del Biobío, donde estuvo presente durante el terremoto del 22 de mayo de 1960 y logró salvar a una mujer y a su hijo de ahogarse en el río Mininco.
Ascendió a teniente en abril de 1961 y en 1962 comenzó a prestarle servicios a la Prefectura de Aysén, siendo asignado a Coyhaique, Puerto Aysén y Chile Chico. En 1963, formó parte del equipo que socorrió a un sobreviviente de un accidente aéreo de la Fuerza Aérea, transportándolo a cuestas durante ocho horas hasta su rescate.
En 1964 fue designado jefe de la Tenencia Cochrane, donde se encontraba cuando se produjeron los eventos en Laguna del Desierto.
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