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Desde 2011, los astrónomos han estado estudiando el agujero negro supermasivo 1ES 1927+654, situado a 100 millones de años luz de distancia, y han observado comportamientos que cuestionan las teorÃas existentes sobre estos enormes monstruos gravitacionales. Un fenómeno inédito comenzó en 2018, cuando la corona que lo rodea desapareció y volvió a aparecer unos meses después, además de una aceleración en la emisión de rayos X, que antes ocurrÃan cada 18 minutos y ahora se producen cada siete.
Este aumento en la frecuencia de los destellos de rayos X, algo sin precedentes en un agujero negro, ha llevado a los cientÃficos a reconsiderar sus teorÃas sobre la devoración de materia por parte de estos objetos. Se han propuesto varias hipótesis, siendo una de las más relevantes la existencia de una enana blanca giratoria —un remanente estelar extremadamente denso— que orbita en torno al agujero negro. Esta enana blanca estarÃa acercándose al horizonte de sucesos, el lÃmite más allá del cual nada puede escapar de la gravedad del agujero negro.
Si esta teorÃa se confirma, la enana blanca estarÃa llevando a cabo un «equilibrio cósmico», acercándose peligrosamente al agujero negro sin ser consumida, lo que representarÃa un hallazgo extraordinario para la comprensión de estos fenómenos cósmicos. Megan Masterson, fÃsica del MIT y lÃder de la investigación, subrayó que este serÃa el objeto más cercano conocido a un agujero negro.
Una nueva perspectiva sobre los agujeros negros
Los agujeros negros son considerados monstruos gravitatorios que atrapan toda la materia y energÃa que cruzan su horizonte de sucesos. En este proceso, conocido como acreción, la materia forma un disco alrededor del agujero negro y emite rayos X debido a las interacciones con una nube de gas y polvo que lo rodea, denominada corona.
Las observaciones hechas por el observatorio XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) han evidenciado oscilaciones en la emisión de rayos X del agujero negro, sugiriendo que un objeto masivo, probablemente una estrella o enana blanca, orbita rápidamente alrededor del agujero negro antes de ser devorado. A medida que este objeto se aproxima, su órbita se acelera, lo que resulta en un aumento de la frecuencia de las oscilaciones.
En marzo de 2024, XMM-Newton detectó que las oscilaciones se habÃan incrementado, y el objeto en órbita estaba viajando a la mitad de la velocidad de la luz, completando una vuelta cada siete minutos. No obstante, el objeto continúa evitando ser tragado por el agujero negro.
Próximos pasos: el observatorio LISA
Este comportamiento inusual podrÃa ofrecer pistas sobre la formación de ondas gravitacionales. La próxima misión de la ESA, la Antena Espacial de Interferómetro Láser (LISA), que se lanzará en la década de 2030, estará diseñada para detectar ondas gravitacionales en el rango de frecuencias que emite el agujero negro 1ES 1927+654. Esto podrÃa ayudar a esclarecer este misterio y proporcionar nuevas perspectivas sobre los agujeros negros y su interacción con la materia circundante.
Con Información de hoysantiago.cl