Dentro de su Plan de Fortalecimiento, la Agrupación Ruedas de Larmahue de Pichidegua está llevando a cabo un taller para la confección de azudas, una herramienta de riego característica de la región. La fabricación de estas azudas ha sido reconocida, otorgando a la zona el estatus de lugar típico y el reconocimiento de dos Tesoros Humanos Vivos.
Dicha iniciativa es posible gracias a que la agrupación ha sido ratificada como Punto de Cultura Comunitaria, bajo el Programa impulsado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, con el apoyo de la Universidad de O’Higgins.
María Celis, tesorera de la agrupación y responsable del taller, comentó que “hemos gestionado este taller dentro de las múltiples actividades que hemos planificado para este año, utilizando los fondos del Punto de Cultura que obtuvimos. Nuestro objetivo es rescatar tradiciones. Anteriormente, solo realizábamos talleres en colegios, pero decidimos abrir un taller específico de azudas para la comunidad y para adultos interesados en aprender este oficio”.
María también enfatizó la relevancia de ser parte de este programa: “para nosotros es fundamental tener esta oportunidad, ya que queremos hacer muchas actividades, pero sin fondos es difícil. Gracias a este apoyo, hemos logrado desarrollar proyectos que involucran un enfoque de género e inclusión, permitiendo la participación de personas de diversas identidades de género, así como de niños con síndrome de Down y del espectro autista, quienes no son distintos sino que poseen diferentes capacidades”.
Al hablar sobre la preservación del patrimonio en colaboración con la comunidad, Óscar Montedónico, secretario de la agrupación, dijo: “nuestro esfuerzo está en recuperar el patrimonio de las azudas, que son fundamentales tanto como sistema de riego como por su valor histórico, ya que son parte del patrimonio de Chile y también reconocidas internacionalmente. Hoy, estos sistemas son muy relevantes debido a los cambios climáticos que enfrentamos, ya que permiten el riego de nuestros huertos de manera sostenible”.
A lo largo de los años, Silvana Arriaza ha tomado parte en varios talleres organizados por la agrupación. A través de tales experiencias, ha adquirido conocimientos en bordado, una técnica artesanal que ha ido desapareciendo en la localidad, y también ha trabajado con hoja de choclo, un cultivo regado con las azudas y utilizado para la elaboración de artesanías.
En cuanto al impacto comunitario de la agrupación, Silvana destaca: “mientras haya participación de la gente, nuestras tradiciones permanecerán vivas. A pesar de que hay un gran interés por parte de los individuos en participar en los talleres, es fundamental una mayor promoción para que más personas se involucren en el rescate de su patrimonio y estas tradiciones sigan presentes con el tiempo”.
El seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de O’Higgins, Cristo Cucumides Litin, resaltó el esfuerzo de la Agrupación Ruedas de Larmahue en torno “al fortalecimiento y preservación del patrimonio local, las costumbres y manifestaciones culturales, a través de iniciativas como los talleres de confección de azudas, así como el rescate de otros elementos patrimoniales, incluyendo la artesanía local y la valorización de los cultores del Canto a lo Divino”.
Por su parte, Clemencia González, directora de la Dirección de Cultura, Patrimonio y Extensión, enfatizó que “nuestro papel es apoyar la implementación del plan de fortalecimiento que lleva a cabo la Agrupación Ruedas de Larmahue en el marco de este programa”.
En el contexto del taller sobre la confección de azudas, la comunidad también se relacionó con uno de los aspectos del programa: una guía metodológica que incorpora prácticas culturales, la cual permitió a los participantes realizar un ejercicio práctico para familiarizarse con su patrimonio, entender cómo integrarlo en sus actividades y plasmarlo en la guía que se está elaborando.
El desarrollo de esta guía metodológica está a cargo del Centro de Estudios e Investigación La Grieta. Su cofundadora, María Ignacia Borgeaud, comentó: “colaborar con este punto de cultura ha sido un desafío que enriquece, ya que aunque el cuadernillo metodológico no había explorado mucho el área del patrimonio, consideramos que es esencial abordarlo desde la educación patrimonial y la relevancia de visibilizar, rescatar y preservar los diversos oficios y conocimientos de nuestros territorios”.
Con Información de www.elrancaguino.cl